Contrariamente a los céspedes ornamentales, los terrenos deportivos necesitan un brote que repare los destrozos provocados por los jugadores. Sólo el aporte de un abono mineral no puede ser suficiente por sí mismo. También hace falta que las condiciones del suelo sean satisfactorias para permitir su asimilación por la planta. La materia orgánica permite aumentar la capacidad de intercambio de los suelos (depósito de elementos fertilizantes). Contiene ácidos fulvo-húmicos que forman quelatos con elementos minerales e incrementan su eficacia asegurando su liberación atendiendo a las necesidades de la planta. La sinergia entre las materias orgánicas y los elementos minerales contenida en el SPRINTOR, estimula el crecimiento del césped optimizando su alimentación mineral.